Obituario
Dolorosa despedida a un salubrista ejemplar
Painful farewell to an examplary public health expert
Quienes tuvimos el privilegio de conocer al Dr. Dimitri Barreto Vaquero y compartir ideas y esfuerzos para hacer de nuestra América un mundo mejor, jamás olvidaremos a este amigo y compañero entrañable .
Nació en Quito, Ecuador un 1ro de julio de 1945. Se graduó de doctor en medicina y cirugía y más tarde realizó la especialización en Psiquiatría en la Universidad Central del Ecuador. Recibió el título de especialista en Administración de Salud en la Universidad Técnica Particular de Loja.
Siempre tuvo el afán de aprender y mejorar su desempeño profesional. Cursó estudios de diplomado en: Recursos Humanos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington; Medicina Social en la Universidad Autónoma Metropolitana de Xoxhimilco en México y de Epidemiología y Salud en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, Cuba.
En su vida profesional acumuló una rica experiencia como médico tratante, director del Hospital Psiquiátrico "Julio Endara" y como médico psiquiatra del Área de Salud No. 9 en Quito, la capital de su país.
Una de las grandes virtudes de Dimitri era su interés por ayudar a las personas, compartir sus conocimientos y experiencias para realizar plenamente su vocación de servicio. Se categorizó como profesor en la Universidad Central del Ecuador, la misma que lo formó en pregrado como médico y en posgrado como psiquiatra. Ejerció como docente en las áreas de Medicina Popular y de Salud Mental y Psiquiatría.
Aunque sus grandes vocaciones eran la psiquiatría y el magisterio, no evadió nunca las funciones que como especialista en Administración de Salud le reclamaba su compromiso social. Asumió varios cargos: director de la Escuela de Medicina, cuando fue electo por la Junta; decano de la Facultad de Ciencias Médicas, también por elección de la Junta de la Facultad y, por último, director del posgrado de Psiquiatría por designación del Consejo Directivo, cada uno por dos periodos.
Dimitri divulgó a través de revistas internacionales información de gran utilidad sobre salud mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) le publicó el resultado del Diagnóstico de la Salud Mental del Ecuador. En reconocimiento a su aporte recibió el Premio Universidad Central del Ecuador 2012, por su obra "Semiología del silencio, la risa, el llanto y la pereza".
Participó en varios proyectos de investigación, dictó conferencias en congresos nacionales e internacionales, con más de sesenta presentaciones.
Esta destacada trayectoria del médico, especialista, salubrista, investigador y profesor, marcada en todo momento por su ética ciudadana, profesional, profesoral y como directivo e investigador, le valió el reconocimiento de sus colegas que lo eligieron en 1984 como primer Secretario general electo de la Asociación Latinoamericana de Facultades de Medicina (ALAFEM). La OPS lo designó consultor en el campo de la educación médica y la salud mental en República Dominicana, Belice, Honduras, El Salvador, Panamá y Venezuela y la OMS lo eligió miembro del Comité de Ética de la Salud de la OMS en Ginebra.
Los profesionales cubanos de la salud estamos orgullosos que dos salubristas ecuatorianos representaran a la OPS en Cuba, los doctores Miguel Márquez y Patricio Yépez, quienes nos ayudaron mucho a realizar nuestros planes y a lograr las metas que nos propusimos. En el Proyecto Magisterio participaron especialistas de varias universidades, pero el grupo ecuatoriano tuvo una gran relevancia. En el marco de este proyecto compartimos vivencias inolvidables con nuestros grandes amigos Rodrigo Yépez, a quien ya conocíamos de antes, y con Dimitri Barreto. Todos estábamos conscientes de la necesidad de mantener un espacio para la ética y la bioética en los currículos de pregrado y posgrado de las carreras de ciencias de la salud
Los aspectos éticos, son una necesidad fundamental para la medicina clínica, la epidemiología, la gestión y la investigación. No se puede pretender formar competencias profesionales ajustadas solo a los conocimientos y habilidades, si no incorporamos las actitudes y valores que nos deben distinguir como profesionales que tratamos con lo más preciado, el ser humano y con lo que más valor tiene para él, su vida y su salud
El profesor Dimitri Barreto Vaquero fue un gran ejemplo por su ética como médico, profesor e investigador. Por eso, aunque con tristeza nos despedimos de él físicamente el 3 de febrero de este año 2019, su ejemplo perdurará. Siempre lo recordaremos con respeto, admiración y cariño, como él se lo merece.
María del Carmen Amaro Cano
Universidad Ciencias Médicas de La Habana.
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