El autor declara que no tiene conflicto de intereses.
El cambio climático es un fenómeno ya en desarrollo y afecta de forma directa e indirecta en la salud humana. Uno de sus efectos es la alta prevalencia de la obesidad infantil.
Analizar la repercusión del cambio climático y la inseguridad alimentaria en la obesidad infantil.
Se realizó una revisión documental. Se localizaron y seleccionaron estudios relevantes en las bases electrónicas Medline, Biblioteca Virtual de Salud, Google Académico, SciELO y en libros digitales. Para la búsqueda se emplearon los vocablos: clima, cambio climático, inseguridad alimentaria y obesidad infantil. Se encontraron 119 artículos publicados en los últimos 15 años sobre temáticas afines. De ellos se escogieron 50 que abordaban el tema de la relación que existe entre el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la obesidad infantil.
El cambio climático es irreversible y la agricultura es una de las áreas más vulnerable, lo que compromete la producción de alimentos saludables y lleva a determinados sectores poblacionales a un estado de inseguridad alimentaria. La población, entre ellos los niños, para satisfacer sus necesidades recurren a la comida chatarra, esta tiene un alto contenido energético y en interacción compleja con otros factores contribuye a la prevalencia de la obesidad en edad pediátrica. Es un reto para los gobiernos lograr una alimentación segura, sostenible y con enfoque ecológico para revertir el estado de inseguridad alimentaria en que viven determinados sectores a nivel global y, así, impactar de forma positiva en la actual pandemia de sobrepeso y obesidad infantil.
The climate change is a developing phenomenon and it affects directly or indirectly human health. One of its effects is the high prevalence of child obesity.
To analyze the climate change repercussion and food insecurity over child obesity.
A documentary review was performed. Relevant researches were localized and selected from electronics databases as Medline, Health Virtual Library, Google Scholar, SciELO and digitals books. For the search there were used some terms like: climate, climate change, food insecurity and child obesity, locating 119 published articles on the topic in the last 15 years. Fifty articles on the relationship between climate change, food insecurity and child obesity were selected.
Climate change is irreversible and agriculture is a very vulnerable area, which jeopardizes the production of healthy food and moves specific population sectors to a food insecurity state. The population, including children, whom resorts to fast food, with high energetic content, to supply nourishment needs, and as a result of complex interaction with others factors, increases pediatric obesity’s prevalence. It is a challenge for governments to achieve a safe, sustainable, with ecologic approach diet to revert the food insecurity state in which some sectors live globally, and in that way to impact positively in the current child obesity and overweight’s epidemic.
El cambio climático (CC) es un fenómeno ya en desarrollo y afecta de forma directa e indirecta en la salud humana. Uno de sus efectos es la alta prevalencia de la obesidad infantil.
El objetivo del presente artículo es analizar la repercusión del cambio climático y la inseguridad alimentaria sobre la obesidad infantil, considerada la pandemia del siglo XXI. Esta es una enfermedad prevenible, que puede venir acompañada de problemas de salud que se mantienen hasta la adultez, por tanto, no se puede desconocer el peligro que representa para la salud pública a nivel mundial.
El CC se define como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”.
En las últimas décadas, la actividad humana ha aumentado el uso de los combustibles fósiles, lo que implica un incremento en la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero que afectan al clima global.
Actualmente, la concentración de CO2 en la atmósfera es de casi el 40 %, superior a los niveles de la era preindustrial.
El impacto del CC sobre la salud humana, tiene cierta correlación con las condiciones de vida de la población, la calidad ambiental y la organización de las sociedades donde viven. Las comunidades y personas que son marginalizadas (por razones sociales, económicas, culturales, políticas e institucionales) son vulnerables a sus influencias y a las posibles acciones y respuestas de adaptación o de mitigación que tengan que adoptarse ante sus efectos.
Según el grado de afectación que tengan para la salud estos efectos se clasifican en: primarios, cuando causan un impacto físico directo sobre el bienestar de los individuos (migraciones por sequías, huracanes, incendios, inundaciones); secundarios por alteraciones en la ecología de los vectores, parásitos y hospederos (incremento de la transmisión de enfermedades por vectores, alergias, entre otros) y los terciarios (en los que puede incluirse la obesidad) que operan en la intersección del clima, la política y los ecosistemas (humanos y no humanos).
La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial que suele comenzar durante la niñez y la adolescencia. Se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo. Las causas que originan la enfermedad son complejas y se desarrollan por diversos factores: genéticos, biológicos, del comportamiento y culturales. Se pueden dividir en causas endógena (genética) o exógena (hábitos de vida). Y ocurre principalmente por un desequilibrio entre el consumo y el gasto de energía.
La obesidad infantil por su creciente prevalencia, incluso en edad escolar, es una de las epidemias que más alarma en la actualidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de lactantes y niños de temprana edad (de 0 a 5 años) con sobrepeso u obesidad aumentó de 32 millones en 1990 a 41 millones en 2016.
El CC se considera un factor que altera la producción agrícola mundial, con impacto negativo en la disponibilidad de alimentos. La estabilidad de los sistemas alimentarios puede estar en riesgo debido a la variabilidad de la oferta a corto plazo.
Se realizó una revisión documental. Se localizaron y seleccionaron estudios relevantes en las bases electrónicas Medline, Biblioteca Virtual de Salud, Google Académico, SciELO y en libros digitales. Para la búsqueda se emplearon los vocablos: clima, cambio climático, inseguridad alimentaria y obesidad infantil. Se encontraron 119 artículos publicados en los últimos 15 años sobre temáticas afines. De ellos se escogieron 50, que conformaron la muestra, porque abordaban el tema de la relación que existe entre el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la obesidad infantil.
El clima es el conjunto fluctuante de las condiciones atmosféricas, caracterizado por los estados y evolución del tiempo en una porción determinada del espacio.
El CC es un fenómeno que se produce en el clima, como resultado del aumento de la temperatura en la atmósfera terrestre, esto ocurre porque los rayos del sol son atrapados en la atmósfera por una capa, cada vez más densa, de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso), lo cual conduce a un calentamiento de la troposfera.
A pesar de que, las consecuencias sobre la salud humana que se le atribuyen a las modificaciones del clima son el aumento de las enfermedades transmitidas por vectores y la mortalidad por olas de calor, los efectos indirectos sobre la disponibilidad de alimentos, agua y refugio son frecuentemente inadvertidos. Deben tenerse en cuenta también: el aumento de las temperaturas, la disminución en el acceso a fuentes de agua segura para consumo humano, los fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, ciclones, tormentas, etc.), el incremento de la acidificación, nivel y temperatura del mar.
La región de las Américas muestra aumentos en la variabilidad climática y mayor frecuencia e intensidad de ocurrencia de eventos extremos, los cuales la han afectado gravemente, evidenciándose: un calentamiento entre 0,7 y 1°C desde 1970, aumento de las temperaturas extremas y de la precipitación anual en el sureste de América del Sur, generando deslizamientos e inundaciones, y una disminución de las precipitaciones en América Central y el sur de Chile. En la última década se incrementaron las tormentas, los incendios forestales y las sequías, que afectaron cerca de 40 millones de personas, con costos que ascienden a los 40 000 millones de dólares.
En Cuba, el clima está transitando hacia: el incremento de la temperatura superficial del aire y a su reducción en el rango diurno; la mayor frecuencia de sequías largas y severas, especialmente en verano; al aumento de los totales de lluvia, que se asocian a los eventos de grandes precipitaciones en invierno.
Según el Profesor
El calentamiento global afecta la agricultura a nivel mundial porque ocasiona una disminución en los rendimientos y calidad de los cultivos, esto se debe al aumento de las temperaturas y a la disminución de las precipitaciones, a una mayor lixiviación de nitrógeno y erosión del suelo, y a la menor disponibilidad de tierras y recursos hídricos para la actividad agropecuaria, lo que a su vez, agudizará la inseguridad alimentaria.
En este contexto,
Este impacto se podrá agravar por variaciones en las plagas y enfermedades de plantas y animales. Se puede afectar el procesamiento y envasado de alimentos, principalmente para los agricultores a pequeña escala, lo cual aumentará las pérdidas. Podrán afectarse los sectores de distribución y venta que dependen de infraestructuras vulnerables a los daños causados por los fenómenos climáticos extremos, y puede ocasionar el cierre de puertos marítimos, aéreos y daño a las carreteras. Los consumidores pueden verse afectados por los aumentos de precios resultantes de la disminución de la producción o de las interrupciones en otras actividades a lo largo de la cadena.
Las actividades del sistema alimentario también influyen en el CC, por las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, si cambian sus prácticas agropecuarias y reducen las emisiones, por el transporte de alimentos entre otras, puede ayudar a mitigar los daños que produce este fenómeno (
Efectos del CC
Consecuencias sobre la seguridad alimentaria
Aumento de las temperaturas, cambios en las precipitaciones (inundaciones).
Variaciones en las plagas y enfermedades de plantas y animales.
Afectación en el procesamiento y envasado de alimentos.
Aumento de las pérdidas principalmente en agricultores de pequeña escala.
Afectación en la distribución y venta dependientes de infraestructuras.
Cierre de puertos marítimos, aéreos y daño de carreteras.
Afectación de los consumidores.
Aumentos de los precios de los alimentos.
La utilización de los alimentos en América Latina y el Caribe representa un desafío en ambos lados de la ecuación: la sobrealimentación y la desnutrición, lo cual no es exclusivo de América, ya que muchos países en desarrollo se enfrentan a problemas similares. En términos de sobrealimentación, la obesidad es un problema de salud para la región, cerca del 7 % de la población infantil tiene sobrepeso, cifra que supera el promedio mundial. Estos valores son el resultado de estilos de vida sedentarios y dietas de alta ingesta calórica con poca calidad nutricional.
Es oportuno destacar, la posible existencia de un círculo vicioso entre actividad humana-cambio climático-inseguridad alimentaria-obesidad-actividad humana, que puede mitigarse si se regula a su favor la propia actividad humana.
El sobrepeso y la obesidad se definen de acuerdo con el indicador que se va a utilizar, la población de referencia con la que se comparará a cada individuo y los puntos de corte que identificarán ambas condiciones. La definición de obesidad más frecuente es la que relaciona el exceso de peso de un individuo con su altura, lo que se conoce como índice de masa corporal (IMC). Este se calcula a partir del cociente entre el peso en kilogramos y el cuadrado de la altura en metros.
La obesidad afecta a personas de todas las edades, sexos, razas y niveles económicos. Se asocia con mucha frecuencia a la aparición de enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes mellitus, colecistopatía, dislipidemia, cardiopatía isquémica, algunos tipos de cáncer, síndrome metabólico, osteoartritis y enfermedad respiratoria o psiquiátrica.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad varía en la población infantil, así como sus características sociodemográficas, sin embargo, la tendencia es hacia el incremento. Según un estudio de
Los factores de riesgo clásicos que se asocian al desarrollo de la obesidad son el consumo excesivo de calorías, junto con un estilo de vida sedentario.
La obesidad en el niño es multifactorial. Entre estos factores se incluyen los genéticos, neuroendocrinos, metabólicos, ambientales y socioculturales, por lo que su prevención y tratamiento requieren un abordaje multidisciplinario y multifacético e incluyen: prevención, tratamiento dietético, ejercicio físico, educación terapéutica, terapia psicológica, tratamiento farmacológico, medicina tradicional, homeopatía, cirugía bariátrica o metabólica, procedimientos endoluminales, tratamiento de las complicaciones o comorbilidades y rehabilitación en caso necesario.
El costo biológico, psicológico, social y económico de la obesidad infantil es elevado, por lo cual se precisan acciones no solo médicas, sino intersectoriales, con metas preventivas, pues una vez que la obesidad se establece, el daño orgánico que ocasiona podría conducir a secuelas permanentes.
Diversos investigadores han expresado preocupación ante la relación directa y proporcional entre el CC, la inseguridad alimentaria y la obesidad.
Según
La personas basan la adquisición de alimentos en lo más barato, a la vez que estos escasean.
La diabetes y la obesidad se consideran que son las enfermedades principales que aparecieron con las transformaciones en la alimentación de las distintas generaciones.
Un estudio reciente realizado por
En los últimos años, ante la globalización, el crecimiento demográfico y el CC; ha sido necesario buscar fuentes que impulsen el desarrollo de las actividades acuícolas. Según
Sin embargo, la actividad acuícola no queda fuera de los efectos del CC. El acceso a peces y mariscos es asimétrico entre los diferentes estratos sociales por sus altos precios.
Declara
Se trata de ambientes obesogénicos, donde además de los factores culturales, sociales y políticos, también el CC podría jugar un rol adicional, al limitar la disponibilidad y el acceso a alimentos saludables.
Existen iniciativas para tratar de mitigar los efectos negativos de estos ambientes desfavorables.
Se puede plantear, que aún sigue siendo deficitaria la formación del personal de salud que tiene a su cargo las orientaciones sobre una nutrición saludable, a pesar de que el tema de la nutrición está implícito en los programas de enseñanza de pregrado y posgrado, en disciplinas como la Pediatría y la Medicina General Integral. Esto se manifiesta, fundamentalmente, cuando el niño supera los doce meses de vida. En el contexto actual, bajo los efectos del CC y su impacto sobre la SA, debe retomarse con fuerza el tema para lograr en la familia elementos de resiliencia alimentaria, lo cual ayudaría a reducir la pandemia de la obesidad infantil.
Las consecuencias ambientales de los sistemas alimentarios comienzan a marcar su lugar en las agendas de salud pública. La definición de sostenibilidad en alimentación y nutrición es la característica o estado con el que se pueden satisfacer las necesidades alimentarias de la población actual o de una población local, sin comprometer las capacidades que puedan tener las futuras generaciones, o las poblaciones de otras regiones, para satisfacer por sí mismos sus propias necesidades.
Se puede diferenciar la sostenibilidad en dos grandes áreas conceptuales: sostenibilidad de los programas de nutrición comunitaria, entendida como autonomía y autofinanciamiento o no dependencia del exterior y sostenibilidad de las políticas agrícolas, ganaderas y nutricionales con el medioambiente.
Existe un consenso en la comunidad científica y las organizaciones internacionales, como la FAO o el Panel Intergubernamental para la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES), en que es necesario cambiar el sistema agroalimentario actual, dominado por la intensificación convencional, hacia un sistema de mayor sustentabilidad ecológica, social y económica.
Los sistemas de producción animal intensivos contaminan el suelo y el agua a través de la concentración de heces y orina, y son uno de los principales emisores de gases con efecto invernadero que contribuye al CC. El efecto negativo de este tipo de producción se potencia con el consumo de importantes cantidades de combustibles fósiles.
Muchos alimentos están contaminados por compuestos organoclorados, metales pesados o plaguicidas y por sustancias que emplea la industria alimenticia en su procesamiento, preparación y almacenamiento, las que afectan el desarrollo infantil y producen obesidad y desnutrición.
El abuso de dietas hipercalóricas e hiperproteicas genera que millones de consumidores de países ricos fallezcan por enfermedades asociadas a la obesidad (cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes y cáncer) la que la Unión Europea (UE), América Latina y el Caribe (ALC) la consideran una pandemia global. En el mundo, unos 41 millones de menores de 5 años tienen sobrepeso u obesidad.
En opinión de
Los menores de 5 años sufren el 40 % de las enfermedades medioambientales. El nivel de ingresos económicos explica las diferencias encontradas entre países, pero es común el crecimiento de patologías crónicas infantojuveniles y del adulto relacionadas con exposiciones ambientales tempranas.
El CC conduce a la producción de golpes de calor, donde los niños son particularmente afectados, constituyendo la obesidad uno de los factores de riesgo de sufrir esta situación y de no progresión ante a las medidas terapéuticas.
Como se muestra en la
El cambio climático es ya irreversible y las acciones se encaminan hacia la adaptación y mitigación. La agricultura es una de las áreas más vulnerable, lo que compromete la producción de alimentos saludables y lleva a determinados sectores poblacionales a un estado de inseguridad alimentaria. La población, entre ellos los niños, para satisfacer sus necesidades recurren a la comida chatarra, esta tiene un alto contenido energético y en interacción compleja con otros factores contribuye a la prevalencia de la obesidad en edad pediátrica. Es un reto para los gobiernos lograr una alimentación segura, sostenible y con enfoque ecológico para revertir el estado de inseguridad alimentaria en que viven determinados sectores a nivel global y, así, impactar de forma positiva en la actual pandemia de sobrepeso y obesidad infantil.