El desarrollo de capacidades de investigación ha sido definido como el proceso en el que los individuos, organizaciones y sociedades desarrollan habilidades y potencialidades para realizar la función investigativa de forma efectiva y sostenible, con la definición de objetivos y prioridades que permitan dar solución a los problemas identificados.¹ También se considera como cualquier esfuerzo para incrementar las habilidades individuales e institucionales para realizar investigación de alta calidad con la vinculación de actores clave en el proceso.²

La investigación en políticas y sistemas de salud (IPSS) tiene como objetivos la obtención de evidencias para la definición de políticas y la mejora continua de los sistemas de salud. Es un campo interdisciplinario que involucra a la sociología, la economía, la antropología, las ciencias políticas, la salud pública y la epidemiología. En conjunto estas disciplinas dan una mirada integral de cómo los sistemas de salud responden y se adaptan a las políticas, y cómo éstas influencian o son influenciadas por los sistemas y los determinantes de la salud.³

La alianza para el desarrollo de las IPSS afirma que el desarrollo de capacidades para su realización requiere incidir en tres niveles de acción: el individual, el institucional y el nacional. En algunos casos, cuando se trata de propuestas que trascienden los contextos nacionales se requieren capacidades supranacionales.⁴⁾

En el nivel individual se trazan pautas para la capacitación del investigador a partir de su formación científica y académica. En la actualidad, además de los investigadores, se incluye el desarrollo en otros actores tales como directivos, gerentes, trabajadores de la salud y gestores de investigación. En sus inicios el enfoque de desarrollo de capacidades estuvo vinculado al desarrollo de competencias técnicas para la investigación, posteriormente se incluyeron otras como el establecimiento de prioridades, el liderazgo, el trabajo en redes, la comunicación y la negociación.⁴

El nivel institucional debe lograr que todos los individuos con habilidades puedan desarrollarlas. Entre otras acciones, se describe la internacionalización de la actividad investigativa con la generación de los programas de movilidad para el intercambio de experiencias y socialización de resultados.⁴ Las capacidades en los sistemas de salud implican políticas nacionales de desarrollo y aplicación de resultados, organismos nacionales de gestión, definición de prioridades, desarrollo de planes de investigación, asesoría y apoyo técnico, mecanismos de aprobación, definición de planes de aplicación y generalización de resultados, financiamiento y sostenibilidad, divulgación y difusión de resultados. (alliance).⁴

En enfermería el término desarrollo de capacidades de investigación fue introducido en el año 2000, por el Concilio Internacional de Enfermería (CIE) para definir las estrategias dirigidas a la identificación y fortalecimiento de las potencialidades en los enfermeros y sus organizaciones para la realización de la función investigativa. Incluye la realización de acciones puntuales a nivel de países que incluyen la capacitación de los enfermeros, el establecimiento de equipos de investigación integrados por investigadores experimentados y en formación, la creación de grupos de expertos para la asesoría de los proyectos de investigación y la ampliación del acceso a los estudios posdoctorales de estos profesionales.⁵⁾

La realización de investigaciones en políticas y sistemas de salud por los profesionales de enfermería requiere, en principio, una clara definición de las capacidades a potenciar en cada nivel. Este es el primer paso para su desarrollo, evaluación, seguimiento y sostenibilidad. A partir de esta afirmación, el presente artículo tiene como objetivo describir capacidades a desarrollar, en los tres niveles de acción, para la realización de investigaciones en políticas y sistemas de salud por los profesionales de enfermería.

Se realizó un estudio descriptivo durante el periodo 2015-2019. El grupo de estudio estuvo constituido por 22 profesionales vinculados con las investigaciones en políticas y sistemas de salud. Para su selección se consideró integrar la mirada de dos actores clave dentro del desarrollo de las IPSS: investigadores y decisores.

Los investigadores fueron considerados expertos: 1) por poseer la condición de doctores en ciencias vinculadas con este campo de investigación, 2) por tener más de 10 años de participación en la dirección y realización de este tipo de estudio, 3) por la constatación de la aplicación y socialización, a través de publicaciones, de los resultados obtenidos en sus investigaciones. Se consideraron expertos desde el punto de vista teórico y práctico, y como conocedores y hacedores de IPSS.

En el caso de los directivos se consideraron aquellos con más de cinco años vinculados con la toma de decisiones en el sistema y los servicios de salud. En algunos casos, como fortaleza, coincidían profesionales con pericia en ambas áreas: la investigativa y la de decisor.

Participaron 22 expertos: 12 de Cuba; cuatro de México, una de Brasil, una de Colombia, una de Uruguay y tres de España. Dado el carácter interdisciplinar de este tipo de estudio, de ellos 14 eran profesionales de enfermería y ocho de otras profesiones (médicos, economistas de la salud, administradores de salud, sociólogo, antropólogo, bioestadístico, demógrafos).

En el caso de los cubanos, todos eran expertos del antiguo programa ramal de investigaciones en sistemas y servicios y actual programa nacional de organización, eficiencia y calidad de los sistemas y los servicios de salud. Esta condición los vincula a la revisión anual de los proyectos que son enviados a las convocatorias del programa. Las variables estudiadas fueron:

Capacidades individuales: aquellas que deben desarrollarse o fortalecerse en los profesionales de enfermería que se vinculen a la realización de investigaciones en sistemas y servicios de salud.

Para la recogida de la información se diseñó un cuestionario que exploró las tres variables: capacidades individuales, institucionales y nacionales (). Cada dimensión incluía los ítems que las componían. Para la generación de los contenidos de los ítems en cada nivel se tuvieron en cuenta las líneas estratégicas emitidas por la alianza para el desarrollo de las IPSS así como, los resultados de un proyecto realizado entre los años 2008-2012 aprobado en la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP) y en el programa nacional de Investigaciones en Sistemas y servicios de Salud.

Se utilizó una escala de Likert con seis categorías de respuesta: muy de acuerdo (MA), de acuerdo (DA), ni de acuerdo ni en desacuerdo (NDND), en desacuerdo (D), muy en desacuerdo (MD) y no respuesta (NR).

El instrumento fue validado en cuanto a comprensión con su aplicación a seis investigadores, no incluidos en el estudio. Esta validación permitió el ajuste de cinco ítems cuyos contenidos generaban confusión en su interpretación. El instrumento final fue aplicado al grupo de estudio antes mencionado. A los expertos nacionales se les aplicó presencialmente. En el caso de los internacionales se les envió por correo electrónico.

Para el análisis de los resultados se consideró por el equipo de investigación del proyecto que se aceptarían como válidas aquellas capacidades que fueran seleccionadas por más del 90 % de los participantes. De existir marcada discordancia se realizaría una segunda ronda de consulta.

Los resultados se expresaron en valores absolutos y porcentajes.

Todos los expertos emitieron sus criterios en relación con las capacidades incluidas en el instrumento. Se identificaron, con más del 90 % de aceptación, 27 capacidades: 12 individuales (Tabla 1) nueve institucionales (Tabla 2) y seis nacionales (Tabla 3).

Tabla 1

Muy de acuerdo (MA), de acuerdo (DA) , ni de acuerdo ni en desacuerdo (NDND, en desacuerdo (D) , muy en desacuerdo(MD) y no respuesta (NR).

Tabla 2

Muy de acuerdo (MA), de acuerdo (DA), ni de acuerdo ni en desacuerdo (NDND), en desacuerdo (D), muy en desacuerdo(MD) y no respuesta (NR).

Tabla 3

Resultaron aprobadas las 25 capacidades propuestas en el instrumento (Tablas 1, 2, 3). Durante la consulta, los expertos realizaron otras propuestas para cada nivel de acción:

Capacidades individuales:

Captar y gestionar recursos financieros, humanos y materiales para la ejecución de IPSS.

Capacidades institucionales:

Establecer convenios operativos, con instituciones con experiencia en este tipo de estudio, para la generación de investigaciones conjuntas.

Capacidades nacionales:

Crear mecanismos de aplicación de la IPSS en la construcción de políticas.

Los resultados de esta propuesta están en consonancia con la planteado por la alianza para el desarrollo de las investigaciones en políticas y sistemas de salud en relación con las acciones a realizar para la consolidación de este campo investigativo. En particular, en su plan estratégico para los años 2016-2020, denominado Changing Mindset, esta organización enfatizó la necesidad de identificar y desarrollar capacidades específicas que permitan la realización y aplicación de resultados de este tipo de estudio. Incluye además, ejemplos de acciones realizadas en diversos contextos a partir de sus especificidades.⁶

En relación con la pertinencia de definirlas en los tres niveles de actuación, como propone este artículo, autores como Ortiz coinciden en que esto enfatiza el carácter relacional de las capacidades de investigación o lo que es lo mismo, tener claro que su identificación y desarrollo en un nivel, sin tomar en cuenta los otros, no garantiza la efectividad de las acciones. Afirma este autor que en la mayoría de los casos se centra la atención en el nivel individual y, fundamentalmente, en la formación de investigadores. Sin embargo, en muchos casos no se precisan de forma objetiva qué aspectos de los niveles institucionales y nacionales deben garantizarse.⁷ Esta limitación también fue identificada por Bowsher en una revisión sistemática en la que se evidenció que la mayoría de las intervenciones que se realizan para el desarrollo de capacidades de investigación no trascienden el nivel individual y, por lo tanto, no definen capacidades necesarias en el resto de los niveles. Esta carencia redunda en que se logren acciones integradas inter niveles y, como consecuencia, se afecta la solidez y consolidación de las investigaciones.⁸

Otros enfoques que guardan relación con este estudio son los que destacan la necesidad de planificar⁹ y de definir las capacidades como única forma de poder medirlas y darles seguimiento. Constituye el primer paso para poder implementar el sistema de evaluación que requiere este proceso y sin el cual no se garantizaría la sostenibilidad de la acciones^10,11,12,13) También en ese sentido, autores como Franken plantean que la definición de capacidades contribuye a que la realización de intervenciones para el desarrollo de investigaciones, a nivel de país, deje de ser una retórica y se convierta en una realidad.¹⁴

No se identificaron estudios previos que, de forma particular, centraran su análisis en la definición de capacidades en enfermería para la realización de IPSS. Sin embargo, varios autores han destacado la necesidad que tiene este grupo profesional de incursionar de forma coherente en campos investigativos que trasciendan el cuidado individual. Autores como Malvarez, exasesora regional de enfermería y técnicos en salud OPS/OMS, aseveró que entre las prioridades de investigación para el periodo 2010-2020 debían incluirse estudios que le permitan a la enfermería generar transformaciones a nivel de servicios y de país.¹⁵ Más recientemente, Cassiani, actual asesora regional de enfermería y técnicos en salud OPS/OMS, plantea que la enfermería sigue aumentando su producción científica, sin embargo, poco se ha realizado dentro del contexto de los sistemas de salud y los servicios.¹⁶⁾

En ambos casos se hace énfasis en el problema a resolver, más no a la forma concreta para lograrlo. En la presente investigación se difiere de los enfoques conminativos anteriores, en tanto afirman que los profesionales de enfermería deben hacer estudios de políticas, sistemas y servicios de salud, pero no dejan claro qué deben saber, cómo deben integrar sus referentes con los de otras disciplinas, cómo deben prepararse las instituciones y qué políticas nacionales deben respaldarlo. Solo con la intención, es poco probable que se logre este empeño.

Las capacidades propuestas tendrán que zanjar los retos que su implementación le imponen. En tal sentido, autores como Segrott han identificado que el desarrollo de capacidades para la investigación en enfermería enfrenta dos grandes retos: las limitaciones materiales y los contextos organizacionales.¹⁷⁾ Otros autores han identificado la necesidad de desarrollar una cultura, basada en el conocimiento individual y las acciones institucionales y nacionales, para la realización de investigaciones por enfermería.¹⁸ En el contexto cubano, el análisis se ha centrado en las competencias necesarias para la realización de investigaciones con enfoque interdisciplinar.^19,20

En la actualidad, la Organización Panamericana de la Salud plantea que entre los aspectos para fortalecer la fuerza laboral de enfermería está el desarrollar su capacidad de liderazgo.²¹ La definición y desarrollo de capacidades para la realización de IPSS es una de las vías para lograrlo. Esta primera propuesta, sin pretender ser definitiva, puede ser una contribución al respecto.