Resumen
La complejidad del fenómeno salud y su interrelación con el bienestar y la calidad de vida, justifica exponer las ventajas que ofrecería el empoderamiento intersectorial de directivos del nivel local como contexto para accionar por la salud pública. A partir del debate entre los autores con experiencia en el tema y de la bibliografía revisada, se apreció que la intersectorialidad es premisa para alcanzar metas y objetivos superiores en la gestión de la salud pública; no obstante, en la realidad internacional tiende a proyectarse como gestión jerárquica de los servicios de salud, con cooperación de otros sectores sociales, inducida por entidades internacionales. En el nivel local, la intersectorialidad con frecuencia carece de enfoque sistémico epidemiológico. En el contexto socioeconómico cubano, aunque la intersectorialidad está presente en repuesta a los determinantes sociales y condicionada por voluntad política, requiere ser optimizada. El empoderamiento desarrolla la capacidad de actuación por el compromiso que genera en los diferentes sectores, por lo que resulta promisorio para el perfeccionamiento de la intersectorialidad, la implicación interactiva de los sectores sociales en los problemas de salud que afectan a comunidades, instituciones e individuos. Se concluye que globalmente prevalecen las acciones intersectoriales inducidas en respuesta a situaciones acuciantes, pero para desarrollar la intersectorialidad como tecnología estratégica, hay que promover el empoderamiento intersectorial de directivos de sectores estatales y no estatales, inclusivo a líderes locales de las comunidades, a fin de recabar alianzas y actuaciones por el mayor bien social que es la salud poblacional.
Palabras clave
Intersectorialidad; salud pública; empoderamiento intersectorial; salud poblacional.
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