Resumen
La tradición hegemónica del acto médico, la intervención de especialidades diferentes que actúan en diversos lugares y momentos, el empleo de tecnologías de muy alto nivel y las diferentes miradas implicadas en el servicio, han tendido a que la atención al paciente se concentre más en la enfermedad o el órgano, que en la persona real. Esa es la esencia de lo que el autor denomina invisibilidad del paciente. El artículo se orienta a profundizar en este fenómeno, caracterizarlo suficientemente y exponer las diferentes vías para solucionarlo. La invisibilidad del paciente, como fenómeno gerencial, deja fuera las perspectivas y sentimientos de estas personas, su familia y la comunidad; su posible participación activa en resolver sus problemas de salud; la reducción o eliminación de los sufrimientos, incomodidades, temores y ansiedades originados en fallas evitables; el derecho a decidir y la transparencia. Esta situación tiene su origen en el desconocimiento del papel de las particularidades de los sistemas y servicios de salud; el desarrollo tecnológico sanitario que tiende a priorizar la enfermedad sobre la persona; la lentitud para incorporar las nuevas tendencias gerenciales de éxito; y un enfoque verticalizado que impide la simplificación y optimización de los procesos asistenciales y administrativos. Concluye señalando que se aprecia un retroceso a la época de oigo, analizo, decido y obedezca, pero que al mismo tiempo, numerosos profesionales, gerentes e instituciones de la salud desarrollan y aplican soluciones de vanguardia que están modificando aceleradamente este escenario.
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